Lachica 10:
Cuando era chico, en un canal local de mi provincia solían pasarla película de una famosa actriz y modelo que interpretaba un papel de unachica de cuerpo escultural, rubia y de ojos muy azules a la cual se la podía observarcorriendo por la playa en cámara lenta para dar un aspecto mas sensual a latoma. Siempre me quedo grabado en la retina esa imagen de mujer despampanante e icono de la perfección absoluta. Ese veranodel año 94, cuando pasaban esa película domingo tras domingo tenía una amigaque no se perdía jamás de esa película y yo que siempre trataba de zafar devolver a verla con mi mamá y mis abuelos, caía en su casa cual prófugo escapabade sus carceleros. Es más que obvio que mi cara de fastidio, era de esperarse. Teniaque esperar hasta que la película terminara para que pudiera sacarla a jugarcon el resto de los chicos del barrio y para colmo, aguantarme que me volvieraa contar la película de pe a pa como si fuera la primera vez que la viera. Por logeneral, nos juntábamos en la casa deuna amiguita que tenia pileta y ahí pasábamos las tardes enteras entregalletitas de coco y licuados de durazno y banana que su mama preparaba. Siemprehabía un momento en el cual se nos acababan los juegos e inventábamos cualquiercosas con tal de divertirnos hasta que cada uno tuviera que volver a su casa. Laobsesionada con la chica 10, invento que podríamos recrear la película dominguera a lo cual todos dieronsu apoyo. En ese momento mi amiguita comenzó a dar de saltos y a mover su cabellera,cual pobre modelo descerebrada y gritar y repetir de una forma un tantoirritante ¡soy la chica 10! ¡soy la chica 10!... En ese momento deseaba que lapileta rebalsara y me ahogara.
Hace algunas noches, me puse a rememorar esos viejostiempos y a tratar de encontrarle algún sentidoa esa metáfora de la chica 10 y a que mujer realmente se la podría considerarcomo tal y caí en la conclusión que no solamente se tienen que tener en consideraciónla superficie de las personas, si no las acciones en conjunto. Lo que hace alenvase bonito, tiene que ver en su contenido y de ahí hacia afuera.
Eso es lo que realmente vale la pena de ver y de serconsiderado como un 10. El ser amable, el ser calido, el simple hecho debrindarle una sonrisa a alguien querealmente lo necesita, el pensar que por mas que uno este pasando por un malmomento que hay otras personas que pasan esos malos momentos durante toda suvida y que somos realmente afortunados en solo pasarlos por momentos, elaprender a ser tolerantes con el resto y a no convertirnos en autistas por quehay gente que no nos caiga bien, el ser HUMANO.
Lamentablemente hay veces que nos es complicado el lograrserlo, pero por suerte, tenemos el don de la razón y del arrepentimiento quenos hace diferente al resto de las especies que habitan en el planeta. Si tomamoslos grandes ejemplos que la raza humana nos viene dejando a lo largo de lahistoria y tomamos un poco de cada uno, podemos decir que de a poco nos convertiríamos en personas 10.
